Una mañana de vacaciones escolares, el Papá de Valentina y Osar llegó muy triste a su casa. La fabrica donde había trabajado por cinco años estaba reduciendo personal y ya no necesitaba sus servicios. En un mes la familia no lograría contar con el dinero que antes ganaba el padre.
En el transcurso de varias noches, los padres hablaron sobre el problema con bastante preocupación. Debian hacer algo para conseguir algún ingreso.
Encontrar otro trabajo no era fácil. El país se encontraba pasando por una gran crisis, por ello muchas fabricas estaban haciendo lo mismo y en las puertas se veían avisos que decían : NO HAY VACANTES. Hasta que un día, la familia decidió montar una pequeña panadería, aprovechando que la señora sabia hacer pan y había trabajado en está tarea.
Transcurrieron varias semanas averiguando y comprando lo necesario. Hoy, tienen una excelente clientela y Valentina y Oscar los ayudan a empacar el pan y distribuirlo dentro de los vecinos.
La familia está muy unida y feliz por que en su pequeña empresa, siempre su Papá será necesario.
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